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lunes, 20 de agosto de 2012

Eli Stone. 1ª temporada

Debo ser algo masoca, por que sino, no se explica que a veces me dé por ver series que han sido canceladas y que ni siquiera tienen un final en condiciones, vamos, que se queda todo colgando y yo acabo tirándome de los pelos. En la mayoría de los casos las veo por recomendaciones de amigos, y normalmente siempre acabo dándoles la razón. Otras veces no sé explicar por qué me da por verlas. Es como el antojo de una embarazada. Simplemente un día empiezo a pensar en tal o cual serie y no descanso hasta que acabo viéndola. Es lo que me pasó con esta serie. Oí hablar de ella en su día, pero nunca la vi, y entonces un día de este año me pregunté qué habría sido de ella, y no paré hasta que la tuve en mi poder. Y qué serie. He disfrutado mucho viéndola, me ha parecido a ratos muy divertida y a ratos dramática, y por eso me sorprende que la cancelaran tras dos temporadas (dos cortas temporadas de 13 capítulos). ¿es que a la gente no le gusta pasárselo bien? Pero bueno, es otra cosa más que demuestra que siempre me gusta lo que los demás aborrecen.

"Eli Stone" es una especie de versión masculina de Ally McBeal. El protagonista es un abogado que trabaja en un importante bufete, especializado en defender a grandes empresas y tipos con mucha pasta en contra de la gente humilde y explotada. O sea, que son unos abogados sin alma. Además, Eli está prometido con la hija del jefe y todo le va a las mil maravillas. Hasta que empieza a tener alucinaciones con George Michael. No es coña. George Michael cantando "Faith" sobre la mesa de su salón, y luego en un pequeño escenario montado en su propio bufete, con todo el mundo bailando a su alrededor. Su hermano Nathan, que es médico, le hace una resonancia, y así descubre que tiene un aneurisma en el cerebro, prácticamente inoperable, que es el causante de las alucinaciones.

Resulta que su padre también tenía uno, aunque entonces no había medios  para detectar los aneurismas, simplemente era un loco que les hizo la vida imposible a ellos y a su madre, y acabó sus días alcoholizado. Y como Eli no quiere hacer pasar a su novia por lo mismo, anula el comrpomiso y rompe con ella. Eli va a un acupuntor chino, el señor Cheng, el cual le dice que sus alucinaciones podrían ser de origen divino, o sea, que Eli es un Profeta (Eli= Elias) y sus alucinaciones son mensajes de Dios, y que debería hacer lo que eśtas le dicen. Y eso es lo que hace. La mayoría de las alucinaciones están relacionadas con casos, así que Eli no tiene otra opción que aceptarlos, y son casos que antes jamás habría aceptado, casos de conciencia social y tal, y claro, en el bufete empiezan a darse cuenta de algo pasa con Eli, por estos casos que acepta y su extraño comportamiento, y él va disimulando como puede, ya que si descubren lo de su aneurisma le quitarán la licencia.

Las alucinaciones son muy guays y divertidas, porque la mayoría son números musicales (y la mayoría canciones de George Michael), George Michael, un coro de niños, o estando en pleno juicio el jurado se convierte en un coro de gospel, pero también alucina con aviones, dragones y con la guerra. Lo más divertido de todo es que ves tanto la alucinación como lo que pasa realmente, o sea, Eli cantando y bailando sin música ni nada, con todo el mundo mirándolo como si le faltara un tornillo (es lo más cuando lo hace en pleno juicio), lo cual en cierto modo es verdad.

La temporada es bastante corta, 13 capítulos de unos 40 minutos, pero es tan divertida y genial que se pasa volando, y los casos que salen son muy interesantes, desde un juicio contra una empresa farmacéutica hasta llegar a representar a un chimpancé gay al que han separado de su compañero, porque un chimpancé gay no está bien visto (este capítulo casi me hizo llorar). Me da igual lo que digan las cuotas de pantalla, a mí me ha gustado y con eso basta.


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