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viernes, 31 de agosto de 2012

La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson

Con "La Isla del Tesoro"  me pasó lo mismo que con "El Conde de Montecristo". Un año vinieron con el periódico una serie de libros, todos ellos clásicos, "El Conde de Montecristo", "La Isla del Tesoro", "Moby Dick", etc. Pero ninguno pasaba de las 200 páginas, y más tarde supe que eran versiones resumidas de dichos libros. Lógicamente me cabreé un montón. Es como si vas al cine, pagas la entrada y en vez de ponerte la película te ponen el tráiler. Yo entonces tenía muchas ganas de leer "El Conde de Montecristo" y cuando por fin lo hice resultó ser un resumen. Pasar de 1.200 páginas a 200 es para cabrearse. En el caso de "La Isla del Tesoro" el desfase no fue tan abismal, pasó de 240 a 200 páginas, pero aún así es algo que fastidia. Ahora por fin puedo decir que lo he leído. 

De Robert Louis Stevenson ya me había leído el de Jekyll y Hyde, el Club de los Suicidas y algún relato suelto, como el Diablo en la Botella, pero de sus libros importantes solo me faltaba éste, y debo decir que me ha encantado. Muchos de los llamados clásicos suelen ser bastante lentos y pesados, pero este no es el caso. El libro es muy fácil de leer y no es nada pesado, al contrario, es muy ágil y la historia te engancha de principio a fin. No diré que se lee de una sentada, pero poco le falta. 

"La Isla del Tesoro", sobra decirlo, es la historia de piratas por excelencia. El protagonista es Jim Hawkins, un muchacho cuyo padre posee una hostería, en la cual aparece lo que a todas luces es un pirata llamado Bill Bones, que se queda allí una temporada, bebiendo ron todo el tiempo y siempre armando jaleo.  El tal Bones le paga a Jim unas monedas para que le avise si aparece alguien preguntando por él, lo que acaba ocurriendo. Dos piratas, antiguos compañeros de Bones, aparecen por separado, exigiéndole que les revele el paradero del tesoro del capitán Flint, paradero que solo él conoce. él los hecha a golpes y patadas y poco después muere a causa de haber bebido demasiado ron. Antes de que los piratas regresen, porque regresarán, Jim registra el cofre que bones trajo consigo y encuentra un extraño paquete, que resulta ser el mapa de un tesoro. Jim acude a la persona más importante del lugar, el squire Trelawney (squire es una especie de hacendado o terrateniente), que está en compañía del doctor Livesey, que además de doctor también es juez, y les cuenta lo que ha pasado y les enseña el mapa. Estos deciden reunir una tripulación e ir en busca del tesoro, con Jim, por supuesto. 
Jim hace buenas migas con el cocinero, un marinero al que le falta una pierna pero que se mueve con gran destreza con su muleta, llamado Jon Silver el "Largo". Pero una noche descubre que John es en realidad un peligroso pirata, así como buena parte de la tripulación, y que cuando encuentren el tesoro piensan matarlos a todos. De Jim depende que todos salgan con vida de semejante embrollo. 

En definitiva, que es un gran libro de aventuras con el que disfrutarás igual que cuando eras niño. ¡Arr, pirata!

 

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