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jueves, 31 de enero de 2013

Tan muertos como yo: After death (2008) (¡Ojo Spoilers)!


Como la serie la cancelaron tras dos temporadas y la dejaron un poco colgando, cuatro años más tarde hicieron esta película para cerrarla convenientemente, pero habría dado lo mismo que no la hubieran hecho, porque la película no resuelve gran cosa y también tiene un final abierto, pero a mí, que me gustó la serie, me pareció bastante entretenida.
La única pega de la película es que Mandy Patinkin (Rube) no sale y Laura Harris, que hacía de Daisy, tampoco, y la sustituye Sarah Wynter, que no lo hace ni la mitad de bien que su predecesora (dato curioso: Laura Harris hizo de terrorista en la 2ª temporada de 24, y Sarah Wynter hacía de su hermana).

Para explicar la ausencia de Rube, resulta que éste ha alcanzado su cupo de almas y ha ascendido, así que ahora Georgia, Mason, Roxy y Daisy reciben órdenes de un nuevo jefe, Cameron (Henry an Cusick, el Desmond de Lost), que a Roxy no le cae nada bien porque es algo creído y prepotente. Cameron sustituye los anticuados post-it de Rube por agendas electrónicas, donde reciben la hora y lugar donde deben recoger las almas de los fallecidos, pero Georgia recibe los mensajes con muy poco tiempo de antelación y algunos de los que deben morir no lo hacen, y parece que Georgia es la única que se preocupa por todo esto, ya que los demás se desentienden y se dedican a disfrutar de las nuevas comodidades que les proporciona el tal Cameron. No es hasta casi el final que éstos se dan cuenta de que Cameron ha estado jugando con ellos, usándoloes como peones para ver hasta dónde la cagaban con lo de las almas. Y claro, le dan lo suyo.
Y Georgia, mientras, se descubre por accidente ante su hermana, Reggie (en la serie tenía 11 años y aquí ya tiene 16, hay que ver lo que ha crecido, no parece ella), y le cuenta lo que ha estado haciendo.

Como he dicho antes, la película me gustó, me pareció muy entretenida y divertida, aunque me parece más un doble capítulo de la serie antes que una película.
Laura Harris hacía de maravilla de Daisy y Sarah Wynter no me convence, parece una caricatura del personaje, y Cameron tampoco me cae bien, es muy egocéntrico y superficial, un mal tipo, nada que ver con Rube, que era soberbio. Y el final, aunque es abierto, me gustó y me pareció bastante curioso: del cielo empiezan a caer un millón de post-its sobre Georgia, y ésta, al darse cuenta de lo que significa (que ella es la nueva jefa) suelta un “estoy bien jodida”.
Bueno, tema zanjado, ahora a otra cosa.

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