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viernes, 15 de febrero de 2013

Cualquier otro día, de Dennis Lehane

Dennis Lehane es conocido principalmente por ser el autor de Mystic River, libro que Clint Eastwood adaptó de forma sobresaliente, uno de los pocos casos en que libro y película son igual de buenos. Encontré el libro por casualidad en mi biblioteca y desde que lo leí considero a Dennis Lehane como uno de mis escritores favoritos. También escribió Shutter Island, que si bien no es tan bueno, tiene un final sorprendente que te deja con la boca abierta. Y Desapareció una noche, adaptado por Ben Affleck en su primera película como director, , otra joya. 

Lehane se aleja aquí de su género habitual para relatarnos un suceso real, que yo desconocía hasta que lo busqué ayer en Internet, la huelga de la policía de Boston en 1919. 
La 2ª Guerra Mundial estaba acabando y la situación económica del país era muy mala. A la policía le pagaban una mierda y vivían un punto por encima de la pobreza, tenían que pagar de su propio bolsillo los uniformes y muchas veces tenían que dormir en la propia comisaría. Lo peor de todo es que si se ponían enfermos o tenían algún accidente estando fuera de servicio, no recibían ningún tipo de compensación. 
Ante esta situación, la policía creó su propio sinidicato y el comisario, un tipo que odiaba a los polis, irlandeses y católicos, redactó una nueva ordenanza según la cual todo aquel que formara parte de alguna organización sería despedido, y eso es lo que pasó, así que a la policía no le quedó otra que ir a la huelga (1500 agentes). 
La huelga duró dos días y como apenas había policía, el caos reinó en Boston. Disturbios, robos, muertes y destrucción de la propiedad por valor de un millón de dólares. Lo triste fue que todos los que secundaron la huelga fueron despedidos. Lo bueno, que a partir de entonces a los nuevos policías les concedieron todo lo que habían pedido los huelguistas. 

El principal protagonista es Danny Coughlin, agente cuyo padre es una leyenda en el Cuerpo. Danny se infiltra en varios sindicatos para tratar de descubrir a ciertos anarquistas que planean un gran atentado para el 1 de Mayo. Danny no le hacía mucho caso a las exigencias de la policía, pero al estar infiltrado sus ideas empiezan a cambiar y acaba convirtiéndose en uno de los principales dirigentes del sindicato de la policía. 
El otro protagonista es Luther, un negro fugitivo que llega a Boston para empezar una nueva vida. Luther conseguirá trabajo de criado en casa de la familia de Danny y los dos se harán grandes amigos. 

El libro es bastante bueno, aunque la trama principal tarda bastante en arrancar. En las primeras 200 páginas se nos presenta a los personajes principales y pasan varias cosas que llevan a estos personajes hasta esa trama principal. A partir de ahí la historia ya va encarrilada y se centra en la lucha de la policía por sus derechos, en la persecución de los anarquistas y subversivos y la discriminación racial tan presente en esa época. Además, el libro incluye, a modo de interludios, unos capítulos protagonizados por Babe Ruth, el famoso jugador de beisbol, que se centran en su meteórica carrera, ya que en esa época es cuando empezó a despegar. La verdad es que esos capítulos me resultaron un poco confusos, porque hablan sobre beisbol y yo no domino la jerga ni lo entiendo demasiado. 

Pese a que transcurre hace casi 100 años, al leerlo no pude evitar pensar en lo que está ocurriendo en la actualidad, con toda la gente manifestándose por sus derechos y la policía repartiendo leña a diestro y siniestro, o esas personas que quieren prohibir que la gente se manifieste, o que le multen a uno solo por estar ahí de pie, reunido. Esto ocurre ahora, ocurrió hace 100 años y siempre ocurrirá, no importa la época. 
Si te indignan estos temas, seguro que te gustará este libro. 

  

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