Compré este libro en diciembre de 2011
y no lo leí hasta ahora porque en aquel año ya me había leído
tres libros suyos, el último en septiembre, y quería desconectar un
poco de él, y en 2012 tenía que leer un montón de libros por
compromiso y no pude encontrar un hueco. Ahora he decidido ponerme
con los que tengo aparcados desde hace año y pico, y no hay forma
mejor de empezar que con un buen Grisham, justo cuando ya ha salido
el nuevo libro.
Este libro hace una dura crítica de la
pena de muerte y toda la política que hay detrás.
Donté Drumm es un chico negro que
lleva 9 años en el corredor de la muerte, acusado del asesinato de
la chica más popular del instituto y cuyo cuerpo nunca se encontró.
Donté es inocente y quedan pocos días para su ejecución.
Travis Boyette es un ex-presidiario con
un tumor cerebral que se presenta en la congregación del reverendo
Keith Schroeder y le confiesa que él es el verdadero asesino, que
ahora que se está muriendo se le ha despertado la conciencia y no
puede permitir que un inocente sea ejecutado por su crimen.
Al principio, el reverendo Schroeder no
sabe si creerlo o no, pero tras comprobar que efectivamente tiene un
tumor y sus antecedentes, se implica personalmente y se dispone a
hacer lo que sea necesario para detener la ejecución de Donté
Drumm, pero convencer a Boyette de que confiese ante las autoridades
no será tarea sencilla, además, ¿quién va a creer en la palabra
de un ex-presidiario?
Al empezar a leerlo parecía un libro
más sobre inocente en el corredor de la muerte y la carrera
contrarreloj para salvarlo antes de que sea demasiado tarde, como ya
se ha visto en muchas películas, pero hacia las 300 páginas ocurre
algo que, francamente, no me esperaba, algo que me dejó bastante
descolocado, tras lo cual el libro se vuelve más intenso y mejora
muchísimo, cambiando mi opinión de “libro normal” que tenía al
principio a la de “libro genial”.
Este tipo de historias siempre me han
hecho hervir la sangre y cuando leí la parte de la actuación de la
policía cogí un cabreo que ni te cuento (la policía recibe una
llamada anónima diciéndoles que el asesino es Donté, y hala,, a
por él, machacándolo 15 horas seguidas hasta que confiesa lo que
ellos le dicen; qué hdp, para que luego nos fiemos de ellos). Lo
bueno es que luego cada uno recibe su merecido. El libro es muy bueno
y si te gustan este tipo de historias te recomiendo “El proyecto
Williamson”, también de Grisham, que va sobre un caso real de un
inocente en el corredor de la muerte que a falta de tres días para
su ejecución hallan pruebas de su inocencia. ¡Y ni se disculpan ni
nada! Cabrones.
Dos libros absolutamente indispensables
del autor.
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