Buscar este blog

viernes, 11 de octubre de 2013

Un mundo sin fin, de Ken Follett (¡Ojo Spoilers!)


La primera vez que me leí este libro fue al poco de que saliera, en 2007. soy socio de mi biblioteca desde 1999 y he cogido tantísimos libros que tengo muy buena relación con el bibliotecario; muchas veces me recomienda libros (gracias a él conocí a John Connolly) y yo, otras, hago algunas donaciones. Fíjate si tengo buena relación con él que cuando le llegó este libro me lo dio directamente, aún envuelto en plástico y sin registrar ni nada. O sea que si yo hubiera sido un poco cabrón podría habérmelo quedado (sé de alguien que hizo esto con el Tomo I de Tormenta de Espadas, qué hijo de su madre).

Entonces hacía 7 u 8 años que me había leído “Los pilares de la tierra” y lo recordaba bien poco, así que puesto elegir entre los dos, el presente libro me pareció mejor. Este año he vuelto a leer ambos libros y la verdad es que no lo tengo tan claro. “Los pilares de la tierra” tiene partes algo pesadas, pero conocemos cómo es el proceso de construcción de una catedral y es todo un clásico. Éste tiene todo él una prosa fácil de leer y en ningún momento se pone pesado, pero tiene poco que ver con la catedral; la 1ª mitad del libro se centra en la construcción de un puente y la 2ª mitad sobre la reconstrucción de una torre de la catedral. Escoger uno por encima del otro me resulta algo difícil porque los dos son buenos a su manera; en vez de verlos como el primer libro y su continuación, los veo como dos entidades separadas. Este lo vendieron como la 2ª parte de “Los pilares de la tierra”, pero 2ª parte implica retomar la historia original y eso no es lo que pasa; para mí es simplemtne otro libro que se desarrolla en el mismo lugar, 200 años después.

Decidí volver a leerlo por la misma razón que lo hice con el predecesor, cuando vi la serie me acordaba más bien poco, pero me escandalicé al ver los cambios tan drásticos que había hecho Ridley Scott así que decidí refrescar la memoria (mi cabreo fue en aumento a medida que iba leyendo).

Wulfric y Gwenda
El libro transcurre en el S. XIV en Kingsbridge, 200 años después de “Los pilares de la tierra”, y al igual que en aquél, abarca más de tres décadas en la vida de sus protagonistas, desde los 9-10 años hasta los cuarenta y tantos. Estos son cuatro: Gwenda, Caris, Merthin y Ralph. Merthin y Ralph son hermanos y descendientes de Jack y lady Aliena, y Caris desciende de Martha, la hija de Tom Builder.
Al principio del libro los cuatro son testigos de un suceso que los marcará de por vida: en lo profundo del bosque ven a un caballero luchar a muerte contra otros dos. Cuando parece que está a punto de caer, Ralph interviene y mata de un flechazo a uno de los dos caballeros. Los chicos salen huyendo, pero Merthin se queda rezagado y ve cómo el primer caballero acaba con el otro a duras penas. Éste, Thomas de Langley, le pide ayuda para enterrar una carta y le hace prometer que jamás se lo dirá a nadie, pues ambos acabarían muertos si llega a descubrirse. Merthin se lo promete y Thomas de Langley entra en el priorato de Kingsbridge como monje, donde sus perseguidores no podrán ponerle la mano encima. Y como pasaba con el ahorcamiento en “Los pilares de la tierra”, a lo largo del libro iremos descubriendo puntual información sobre lo que esconde esa carta y su relación con la muerte del rey, Eduardo II, pero no es hasta el final que descubriremos toda la verdad.

Merthin y Caris
Luego de esta introducción la historia da un salto de 10 años y es entonces cuando empezamos a conocer cómo son los protagonistas. El padre de Merthin y Ralph es un conde venido a menos que se vio obligado a ceder todas sus tierras y posesiones al priorato, pues no podía hacer frente a la deuda adquirida, así que el principal objetivo de Ralph es llegar a ser caballero algún día para así devolverle a su familia la gloria perdida. Ralph es uno de los personajes más antipáticos y desagradables del libro, pues es un bruto sin cerebro que disfruta con la violencia y muchas veces la fortuna le sonríe más que a su hermano, algo habitual en la obra de Ken Follett; a mí me recordó mucho a William Hamleigh, del primer libro. El conde Roland, conde de Shiring, lo hace escudero suyo y con el paso de los años irá ascendiendo en el escalafón, así como en brutalidad.
Siendo escudero toquetea a la prometida de un hijo de campesino, Wulfric, y este no duda en romperle la nariz, aún sabiendo que agredir a un escudero es como agredir al propio conde. Vengativo como es Ralph, se lo hará pagar con creces durante años, haciéndole la vida imposible y sometiéndole a un montón de dificultades. Además acabará obsesionándose con Gwenda de mala manera.

Gwenda pertenece a la clase social más baja y es la que peor lo pasa en el libro. Su padre malvive como jornalero y cuando no hay trabajo la utiliza para robar entre las multitudes a los grandes señores, sustituyendo a su hermano, que ya es mayor para hacerlo. Este hombre es un ser tan despreciable que llega a vender a su propia hija a unos proscritos a cambio de una vaca, y lo increíble es que tanto el alguacil como los monjes del priorato le dan la razón. Pero Gwenda es una chica dura y con recursos y no tarda mucho en recuperar su libertad.
Cuando el viejo puente se viene abajo, muere mucha gente, entre ellos la familia de Wulfric. Este quiere heredar las tierras de sus padres, pero es menor y no tiene dinero, pero le dejan trabajar las tierras hasta que sea nombrado un nuevo señor. Gwenda, que está enamorada de él, lo ayuda en esa dura labor, y cuando el nuevo señor se niega a devolverle sus tierras, su prometida lo abandona, pues de amor no se vive, y se ve obligado a trabajar en sus tierras, que ahora pertenecen a otro, como un vasallo más. Gwenda se queda con él, y se casarán y tendrán hijos, y llevarán una vida muy dura, esperando que algún día recuperen las tierras de los padres de Wulfric.

Godwyn y su madre Petronilla
Pero los protagonistas principales son Merthin y Caris. Ambos son pareja desde los 18-19 años y durante los siguientes veintitantos años pasan por varios altibajos (llega un momento que tanto ahora sí-ahora no se hace cansino; parecen Ross y Rachel) y dificultades. El padre de Caris ocupa el puesto más importante de Kingsbridge, el de mayordomo real, equiparable al de prior, y ante él responden todos los gremios. Además es el principal comerciante de lana de Kingsbridge.
El hundimiento del puente afecta y mucho al mercado de Kingsbridge, y es Caris la que salva el negocio de su padre de la ruina cuando convierte el excedente de lana en paños y los tiñe de rojo escarlata, algo que solo hacían en Italia. Merthin quiere casarse con Caris y formar una familia, pero eso entra en los planes de ella, que no quiere renunciar a su libertad ni convertirse en la esclava d eMerthin, y esto supone la primera crisis seria en su relación. Caris quiere ser médico y ayudar a los demás, pero solo los monjes pueden ejercer la medicina. Cuando surge la posibilidad de que Merthin se vaya de Kingsbridge para ganarse la vida, Caris acepta casarse con él, pero entonces es acusada de brujería y la única forma de esquivar la hoguera es ingresar en el convento de por vida (una prueba de ser una bruja es tener un lunar en el pecho o en el pubis, y Caris tiene uno ahí abajo). En los años siguientes, entre las paredes del convento conseguirá darle un sentido a su vida, implicándose activamente en las mejoras del convento y en los conflictos entre la madre superiora y el prior, y cuando la Peste Negra entra en escena, todos acudirán a ella, pues sus métodos para evitar el contagio serán los únicos que funcionen, y así llegará a convertirse en alguien importante dentro de la comunidad.

Merthin es albañil y su sueño es construir el edificio más alto de Europa, y como personaje principal de un libro de Ken Follett, pasa por un montón de dificultades, no solo con Caris sino también en su trabajo. Elfric es el maestro constructor de Kingsbridge, pero es un inepto y en su calidad de aprendiz Merthin sabe mucho más que él. Elfric lo despide cuando solo le faltan 6 meses para terminar su aprendizaje (su hija, que estaba embarazada, sedujo a Merthin para que se acostara con ella, hacerle creer que el hijo es suyo y obligarle a que se casar con ella, pero Merthin lo descubre y se niega en redondo), y de esta forma nadie quiere contratarlo. Pero con mucho esfuerzo consigue demostrar su valía y empieza a hacerse un nombre.

Sir Robert de Langley
La principal fuente de problemas de Mhertin es la construcción del nuevo puente, el cual ocupa medio libro y esto es debido a la cantidad de dificultades a las que Merthin debe hacer frente. Elfric, que se la tiene jurada desde lo de su hija, compite con él para hacerse con el proyecto del puente. Luego, como la falta del puente afecta al mercado, no hay dinero para seguir con la construcción del puente y hay que suspenderla, y luego, cuando lo hay, el conde Roland les impide sacar piedra de la cantera. Y más cosas.
Cuando Caris entra en el convento Merthin se queda destrozado, y se marcha a Florencia, donde prospera y se convierte en uno de los constructores más reputados y ricos. Entonces surge la Peste Negra, que hace estragos en la ciudad y Merthin cae enfermo aunque se recupera, no así sus seres queridos y amigos, así que decide regresar a Kingsbridge, pero la Peste llega hasta allí y diezma radicalmente a la población. Luego viene lo de la reconstrucción de una de las torres de la catedral, a la que le han salido grietas y empieza a inclinarse, así que hay que derribarla y construir una nueva, y ante este proyecto Merthin también tiene que pasar por varias dificultades.

Y por último están Godwyn, Petronilla y Philemon, que son los personajes más manipuladores y ruines del libro, aunque nada tan extremo como el retrato que se hace de ellos en la serie.
Godwyn es el primo de Caris y es monje y lo que más desea es ser prior, y cuando el viejo prior muere empieza a manipular a los monjes para que lo eligan a él, sin que ellos se den cuenta, claro. De entrada Godwyn no cae mal, y es comprensible que haga lo que hace para llegar a prior, pero a partir de que lo consigue se embriaga de poder y se vuelve ruin y ladino, y es él quien causa los mayores problemas a Caris, Merthin y la madre superiora del convento.
Su madre Petronilla es tan fría y calculadora como él (en realidad más) y su único objetivo es que Godwyn llegue a lo más alto, sin importarle lo más mínimo a quién pisotee por el camino, y siempre se pone de su parte, pese a quien pese.
Y Philemon es el hermano de Gwenda. Entra de novicio en el priorato y enseguida se convierte en la mano derecha de Godwyn, y es más ladino y retorcido que Godwyn y su madre juntos. Es el personaje más antipático de todos y con el paso de los años también irá ascendiendo en el escalafón.

El famoso puente
Y ahora, por fin, mi opinión.
Como he dicho al principio, el libro me ha gustado mucho. Los personajes son muy interesantes, incluso aquellos que te hacen hervir la sangre, aunque como digo, llega un punto en que lo de Caris y Merthin se hace cansino (rompen y vuelven como 4 veces). Las tramas también son muy buenas, te enganchan desde el principio y no te sueltan hasta las últimas páginas. Luego también aprendes bastante sobre construcción y sobre lo de la Peste Negra, de lo que yo sabí bien poco y los métodos para evitar el contagio. Usando la Peste Ken Follett se carga a buena parte de los personajes más antipáticos (aunque no a todos) y eso huele a Deux Ex Machina que tira p'atrás. Ay, Ken, Ken.
Al igual que ocurría con “Los pilares de la tierra”, las últimas 200-300 páginas se hacen algo cuesta arriba y en mi opinión sobran; lo de la hija de Merthin, por ejemplo, es puro relleno que no aporta nada. Pero en general el libro es bastante bueno, yo le daría un Notable Alto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario