Buscar este blog

martes, 5 de noviembre de 2013

Luna, de James Herbert

El protagonista, Jon Childes, tiene un don: tiene una conexión mental con un asesino en serie. No sabe de dónde le ha salido y no es capaz de controlarlo, simplemente le vienen visiones a la mente en cualquier momento del día, de los lugares donde están enterrados los cadáveres de sus víctimas, en este caso unos niños. Así que se pone en contacto con la policía y se ofrece a ayudarlos a dar con el asesino. Pero éste se suicida antes de que lleguen a él, sin dejar nota alguna, y como las pruebas contra él eran circunstanciales, las sospechas recayeron sobre Childes. Al final quedó en nada, pero la prensa aireó lo de su don y su reputación quedó por lo suelos y todo esto le costó su matrimonio. Childes se va a vivir a una isla y allí consigue trabajo como profesor de informática en tres colegios diferentes. Empieza a salir con Amy, una profesora de uno de los colegios, 11 años más joven que él, aunque su padre no lo traga. Entonces las visiones regresan, pero esta vez son algo diferentes. Childes ve a través de los ojos del nuevo asesino cuando comete los asesinatos, pero lo más grave es que el asesino percibe la presencia de Childes en su mente y utiliza esa conexión mental entre ellos para entrar en la mente de Childes y descubrir quién es y dónde se encuentra, y empieza a acosarle: secuestra a la amiga de su hija confundiéndola con ella, casi ahorca a una de sus alumnas y planta fuego a uno de los colegios donde da clase.

Comparado con el de “Santuario”, que leí el otro día, este libro pierde mucho, porque pasamos de una niña poseída a un tío con visiones de asesinatos, y no hay color. Aquél era de terror, éste es más de suspense, aunque tiene algo de terror hacia el final. El libro es entretenido y se lee fácil, pero no pasa de ahí. James Herbert tiene una buena prosa y domina con maestría el terror y el suspense a partes iguales y sabe meterte en la historia poco a poco. Ésta es buena, pero el desenlace no me convence, como me pasó con el otro libro. Está un poco cogido por los pelos y no se explica demasiado bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario