Aquí se nos presentan tres tramas que empiezan por separado pero que, como no podía ser de otra forma, acaban funidéndose en una sola. Un meteorito se estrella en una de las islitas de Maine y dos chicas, Abbey Straw y su amiga Jackie, van en su busca para venderlo y ganar una pequeña fortuna, pues los pagan muy bien. Aunque el verdadero motivo de Abbey es ayudar económicamente a su padre, ya que se gastó sus ahorros en enviarla a la universidad y al final la echaron, y ahora el Banco podría quedarse con su casa.
En una mina de Camboya han empezado a extraerse unos minerales que parecen tener un origen extraterrestre y el asesor científico del Presidente, Stanton Lockwood III, envía allí a Wyman Ford para que obtenga toda la información posible. Ford ya protagonizó las dos novelas anteriores de Preston, “Tyrannosaurio” y “Blasfemia”. Era agente de la CIA pero su mujer murió en un atentado, algo de lo que se culpa, así que lo dejó y se hizo monje (en este punto fue cuando lo conocimos en “Tyrannosaurio”, y en “Blasfemia” volvía a las armas, como investigador privado).
Pero claro, el Gobierno es como es y Lockwood no le cuenta la verdad sobre la mina a Ford, así que éste, la ver que están explotando a los habitantes de un pueblo cercano para trabajar en la mina hasta la extenuación, decide hacerla saltar por los aires. Esto desbarata los planes del Gobierno, así que Lockwood lo cita en Washington y le cuenta todo lo que saben. Resulta que la mina es el agujero de salida del meteorito que impactó en Maine, que atravesó toda la Tierra hasta salir por Camboya, arrasando varios kilómetros a la redonda. La mina era la oportunidad idónea para averiguar la naturaleza del meteorito y su posible amenaza para la Tierra, pero como Ford la destruyó, éste decide trasladarse a Maine por su cuenta para averiguar si alguien lo vio estrellarse, y así conoce a Abbey.
Abbey estudió algo de Física y Astronomía en la universidad y con su ayuda Ford descubre que el meteorito provino de Marte, y esto los lleva a investigar la tercera trama. El profesor Stamp, un científico de la NASA, detectó una inusual emisión de rayos gamma procedente de Marte y poco después apareció muerto en su casa, con la cabeza prácticamente cercenada y todas sus cosas revueltas. Mark Corso, del que Stamp fue mentor y que hereda su cargo, sigue con su investigación y acaba siguiendo sus mismos trágicos pasos.
El libro es genial, como no podía ser de otra manera. Como los libros que escribe conjuntamente con Lincoln Child, “Impacto” es muy intenso, tiene un ritmo endiablado y es muy absorbente, y personalmente fui incapaz de parar de leer. Es un muy buen thriller con toques de ciencia-ficción, y si te has leído la obra de estos dos autores sabrás que esto no es ninguna novedad. Además mola que Stephen King ya no sea el único escritor que ambiente sus libros en Maine. ¡Douglas Preston es ahora su nuevo vecino!
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