Buscar este blog

lunes, 24 de agosto de 2015

Dexter por decisión propia, de Jeff Lindsay


Joder, tengo este libro en casa desde hace 5 años y aún no había podido hacerle un hueco hasta ahora. Ya sabes cómo es esto, vas amontonando y amontonando libros, y como algunos tienen preferencia otros los vas dejando para más adelante, y va pasando el tiempo y aún no los has leído y cuando te das cuenta han pasado años enteros, cuando parece que fue ayer que los compraste.
El motivo por el que por fin me animé a leer el cuarto libro de la serie de Dexter Morgan es que no hace mucho me pillé el quinto, que ya salió en bolsillo, y así puedo tacharlo de mi lista de pendientes de una vez por todas.

Bueno, pues Dexter se ha casado con Rita y se ha ido de luna de miel a París y al volver se encuentra con que hay un nuevo asesino en serie que está dejando cadáveres por todo Miami. Este asesino abre los cadáveres, les quita las entrañas y las sustituye por diversos objetos, como si se trataran de truculentas obras de arte. Dexter acompaña a su hermana Deborah a interrogar a un sospechoso cuando de buenas a primeras éste apuñala gravemente a Deb y trata de escapar. Deb entra en coma y se debate entre la vida y la muerte, y Dexter decide encargarse él mismo de su atacante, pero tras acabar con él descubre que era inocente. El que apuñaló a su hermana no fue él sino su compañero de piso, el verdadero sospechoso de ser el asesino en serie. Éste sabe ahora quién es Dexter y tiene un video de él matando a su compañero, y empieza así entre ambos un sádico juego del gato y el ratón, con este psicópata tratando de poner a Dexter entre la espada y la pared y Dexter tratando de atraparle antes de que haga daño a sus seres querido.

Ha pasado tanto tiempo desde que leí el tercer libro que ya me había olvidado de ese toque de humor negro en la prosa de los libros de Dexter. El libro en sí es bastante entretenido, pero no es el mejor de la serie. Es ameno y de fácil lectura pero el psicópata de turno no es nada del otro mundo. No hay sangre a raudales ni vísceras colgando de los árboles, solo Dexter en un apuro y esto es lo más interesante, ver que ni siempre lo tiene todo bajo control. Lo único que es algo extremo es la performance de París de las primeras páginas, hay que tener estómago para leerlo sin que te haga torcer el gesto. Por lo demás es un libro bastante corriente. Ni fu ni fa. Donde esté la serie que se quite lo demás.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario