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martes, 25 de agosto de 2015

El buen Jesús y Cristo el malvado, de Philip Pullman

Philip Pullman es conocido principalmente por su trilogía de “La Materia Oscura” (Las Luces del Norte, La daga y El Catalejo Lacado), que leí hace más de una década. Del primer libro hicieron la película, tratando de buscar una nueva saga cinematográfica tan taquillera como la de Harry Potter, pero fue un fracaso y no siguieron con el tema. Lo que me pareció peor fue que el final de la película era anterior al final del libro y era totalmente abierto, en plan “imagínate tú el resto”. Un insulto para los fans, vamos. Yo me la leí pensando que sería al estilo de Harry Potter, que por aquel entonces estaba de moda, pero nada que ver, y me decepcionó un poco, pero una vez metido en la historia tengo que reconocer que estaba bastante bien.

No conocía más libros del autor, así que cuando vi este en la biblioteca despertó mi curiosidad. Y es que solo por el título tan original ya te dan ganas de leerlo. Resulta que Jesucristo no era una persona sino dos, Jesús y su hermano Cristo. Jesús es el personaje público que todos conocemos, con muchos seguidores, dando a conocer el Reino de su Padre, sus parábolas, echando a los mercaderes del Templo, irritando a los fariseos, etc. Cristo en cambio es un tipo que pasa desapercibido, inteligente, y su objetivo es que todo el mundo conozca el mensaje de su hermano. Él aboga porque Jesús haga algún milagro aquí y allá para convencer a las masas de que no es otro loco charlatán, pero Jesús opina que los milagros son trucos de feria y lo único que le importa es extender su mensaje acerca del Reino de su Padre. De todas formas Jesús acabó haciendo algunos milagros, pero quería mantenerlos en secreto y les hizo prometer a sus discípulos que no hablarían de ello, pero estos enseguida lo largaron todo y la fama de Jesús se incrementó. Cristo también quería crear una institución que representara el Reino de Dios aquí en la Tierra (o sea, la Iglesia que todos conocemos), pero Jesús tampoco quería saber nada de ninguna Iglesia, él solo quería vivir el presente y dar a conocer el Reino de su Padre a su manera. Así que Cristo se dedicó a recoger todas las historias que circulaban sobre su hermano y e ir alterando algunos hechos aquí y allá para darle un toque más divino del que realmente tenía, y así es como llegó la historia de Jesús hasta nuestros días.

He leído que este libro ha levantado algunas ampollas entre los católicos más devotos, que la tildan de blasfema, y esto me hace mucha gracia porque me encanta todo lo que va contra esa supuesta sagrada institución que es la Iglesia Católica. Si se ponen así por una novela corta infantil, ¿cómo se pondrán, por ejemplo, con la saga Caballo de Troya de J. J. Benítez? Es de risa.

El libro está genial, es simple y directo, y destila mucha ironía y algo de crítica hacia la Iglesia, y la teoría de los dos Jesús resulta más que interesante. Entiendo que los católicos pusieran el grito en el cielo porque la verdad es que el final es bastante transgresor: la resurrección de Jesús nunca tuvo lugar, fue un montaje y su hermano Cristo se hizo pasar por él, convenciendo a sus discípulos de que realmente había resucitado. Vamos, que todo el cristianismo se basa en una gran mentira. Jaja, genial. A aquellos que están apilando leña para la pira de Philip Pullman solo me remitiré a la frase que aparece en la contraportada: “Esto es una historia”. Así que tomáoslo con calma. 

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