H. Porter Stone
es un famoso cazador de tesoros al que siempre le ha sonreído la fortuna.
Encontró dos galeones españoles hundidos en 1648 en aguas internacionales aún
cargados con el oro de las colonias, descubrimiento que lo hizo famosos y rico,
y a este le siguieron muchos otros. Ahora ha localizado el lugar donde se
encuentra la cámara funeraria del rey Narmer, el faraón que unificó en un solo
reino el Alto y el Bajo Egipto, en el 3200 A. C. La cámara se halla varios
metros por debajo de una espesa marisma de cañizales de papiro y troncos
empapados de agua y barro, tan espesa que no puedes verte la mano delante de la
cara, situada en el Sudd, al norte de África.
Stone levanta
allí una plataforma en la que reúne a los mejores expertos en sus respectivos
campos (arqueólogos, ingenieros, mecánicos, etc) con los que trabajará para
localizar el lugar exacto en el que se encuentra la cámara de Narmer, pero ya
desde el principio empiezan a tener lugar sucesos inexplicables, los aparatos
funcionan mal, se producen accidentes y algunos de los trabajadores
desaparecen, y empieza a correr el rumor sobre una maldición. Por ello Stone le
pide ayuda al profesor Jeremy Logan, un reconocido investigador de fenómenos
paranormales.
Aunque Lincoln
Child y Douglas Preston escriben sus libros conjuntamente, cada uno también
escribe sus propios libros en solitario y estos son tan buenos como los que
escriben juntos. Ambos autores me gustan por igual, pero si tuviera que escoger
mi preferido sería Douglas Preston, porque la temática de sus libros se asemeja
más a la de los libros que escriben conjuntamente, están más enfocados en la
aventura científica (los de Child contienen algunas pinceladas de
ciencia-ficción).
El protagonista
del libro, Jeremy Logan, ya apareció en la anterior novela en solitario de
Child, “Infierno helado”, pero no es necesario haber leído ese libro antes que “La
tercera puerta”, ya que no hay ninguna referencia a lo ocurrido en él. Jeremy Logan
es un personaje muy interesante y creo que bien se merece su propia serie, al
igual que la mayoría de las novelas que Preston escribe en solitario están
protagonizadas por Wyman Ford. El libro me ha gustado mucho y me ha recordado a
aquellas novelas escritos por estos dos autores que no guardan relación con su
serie de Pendergast (Más allá del hielo, La ciudad sagrada, El pozo de la
muerte…), que tratan sobre expediciones científicas a algún lugar perdido de la
mano de Dios en las cuales empiezan a pasar cosas raras.
El libro tiene
un ritmo rápido y está bien desarrollado, y es muy absorbente, como todos los
de esta pareja de escritores. Lo que se oculta en la tumba de Narmer es toda
una sorpresa y ninguno de los protagonistas se esperaba algo así y lo mismo
puede decirse del desenlace, que es del todo inesperado. En resumen, una
lectura muy amena y recomendable si eres fan de estos dos tíos. Esperemos que
Jeremy Logan vuelva a aparecer en los siguientes libros de Lincoln Child.
Nunca lo había escuchado pero suena bien, gracias por tu reseña.
ResponderEliminarPd: Si quieres te pasas por mi blog :)