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lunes, 28 de diciembre de 2015

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Haruki Murakami

De los libros de Murakami que hay en la biblioteca municipal solo me faltaban por leer dos: éste y el de 1Q84 (Libro 1 y 2). Era para leerlos este año pero ya sabes lo que pasa, fi dándole largas y al final solo pude leer uno de los dos y escogí este porque era el menos gordo.
“Crónica del pájaro que da cuerda al mundo” es de lejos el libro más raro y surrealista que he leído de Murakami. Tras recibir una extraña llamada telefónica, el protagonista, Tooru Okada se ve inmerso en diversas situaciones cada cual más extraña que la anterior y conoce a personajes muy raros y peculiares.
Tooru Okada trabajaba en un bufete de abogados pero lo dejó porque no se veía haciendo eso el resto de su vida, así que es su mujer Kumiko la que lleva dinero a casa, mientras él se encarga de los labores del hogar.

Su gato desapareció hace una semana y no han podido dar con él, y Kumiko lo pone en contacto con una vidente llamada Malta Kanoo para que arroje algo de luz sobre su paradero, aunque sus respuestas son muy ambiguas y nada claras. Tooru también conoce a su hermana Creta, que trabaja como su ayudante, que antes fue prostituta del cuerpo y ahora es prostituta de la mente y que fue deshonrada por el hermano de Kumiko.
Tooru también conoce a una vecina de 16 años llamada May Kasahara que no va a la escuela desde que tuvo un accidente de moto en el que murió su chico y trabaja a media jornada haciendo encuestas sobre pelucas. Tooru tiene con ella unas conversaciones bastante peculiares y extrañas.

Entonces, un día Kumiko desaparece sin decir nada. Tory recurre a Malta Kanoo para que le ayude a dar con ella y Malta concierta una reunión entre él y el hermano de Kumiko, con el que no se lleva nada bien. Éste le informa que Kumiko ha estado viéndose con otro hombre y que quiere el divorcio y no piensa volver, pero Tooru se niega a aceptarlo y decide quedarse en casa y buscar la forma de llegar hasta ella y convencerla de que regrese a casa. Mientras, conoce a una gran variedad de personajes, como los anteriores y algunos más, y se mete en un pozo para reflexionar sobre todo lo que le está pasando y tiene unos sueños muy vívidos y extraños y además le sale una mancha de nacimiento en la cara de un día para otro.


Como he dicho el libro es un poco raro y tardas algo en pillarle el punto. El protagonista conoce a varias personas bastante raras (decir que son peculiares y algo excéntricas creo que queda mejor) que le cuentan la historia de sus vidas, que si bien son muy interesantes (la larga historia del teniente Mamiya, la del zoo, las cartas de May, la de Creta Kanoo) en realidad no tienen mucha relación con la trama principal y si no existieran el libro se habría reducido a la mitad por lo menos. De hecho el libro tiene casi 700 páginas y lo cierto es que no ocurre gran cosa en él. Y luego también está la parte surrealista de la historia, lo de entrar en un pozo seco para meditar y de golpe aparecer en ese mundo onírico, que es en parte sueño y en parte realidad, lo de la mancha en la cara y ese extraño poder del hermano de Kumiko.
El conjunto de todo esto puede ser bastante confuso, pero gran parte de la obra de Murakami se caracteriza por esta mezcla de realidad y surrealismo, y o te gusta o no te enteras de nada. Lo que recomiendo es lo que hice yo, empezar por sus libros normales y luego ir pasando a los raros.
A pesar de los raros que puedan ser algunos de sus libros a mí me encanta la prosa tan particular que tiene y es algo por lo que vale la pena leerlos, aunque te cueste entenderlos. “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo” es raro, sí, pero a su manera me ha gustado.
Más de Murakami el próximo año, espero.


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