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jueves, 29 de diciembre de 2016

Juegos perversos, de Meg Gardiner


Durante un terremoto en la ciudad de San Francisco dos personas se suben a la azotea de un gran edificio y se pasean en precario equilibrio sobre un muro. Unos días después una prometedora fiscal federal se lanza a 150 km por hora con su BMW y se estrella mortalmente contra la barrera de contención de un puente, en un aparente caso de suicidio. Antes de eso un conocido diseñador de moda y su pareja murieron en el incendio de su velero y un reputado cirujano ha muerto de un infarto, supuestamente.
Jo Beckett es psiquiatra forense y se dedica a analizar la vida y personalidad de un fallecido para dictaminar si su muerte fue por homicidio, accidente o suicidio y qué lo empujó a tomar esa decisión. Amy Tang, teniente de policía encargada de investigar el caso de la fiscal, le pide ayuda a Jo para que dictamine qué la llevó a suicidarse con su coche y dar con el responsable de su muerte y de las otras.
En la última semana han muerto tres parejas en circunstancias similares, en una especie de suicidio-homicidio y Amy cree que alguien las obligó a quitarse la vida. Jo tiene tan solo 48 horas pues ese es el margen entre las muertes y descubre que todas las víctimas eran miembros de un club elitista y secreto, el Club de los Secretos Sucios, en el que destacados personajes públicos confiesan y se jactan de sus más perversos secretos. Los miembros del club realizan juegos macabros por toda la ciudad a modo de penitencia, lo que les permite ganar puntos y ascender de nivel en el club, y todo parece indicar que jugaron con la persona equivocada y que este individuo es el que está matando a los miembros del club a modo de venganza.

Este es uno de esos libros que tengo en casa desde hace la tira de tiempo (¡desde 2012!) y he decidido leerlo ahora por una cuestión de páginas. Tengo una manía y es que antes del 31 de diciembre quiero que me dé tiempo a leer el último libro y a escribir su reseña, así que como tenía por delante una semana larga escogí este libro porque tenía 440 páginas y me daba tiempo de sobra. De hecho tras acabarlo me sobraron 3 o 4 días, el tiempo justo para leerme uno de 300 páginas y escribir la reseña, pero no quería agobiarme decidí empezar uno de 800 páginas para que así se convierta en el primer libro del 2017. Y ahora vayamos al lío.
El libro está genial, me ha gustado mucho. Tiene una prosa ágil y buen ritmo y te engancha desde el principio. Nos presenta una historia muy buena, muy atrayente y original y en algunos momentos el ritmo se vuelve endiablado y eres incapaz de parar de leer. Lo que le hicieron al villano de la historia fue algo terrible y entiendes por qué hace lo que hace, pero su forma de vengarse es igual de terrible que lo que le hicieron a él, aunque algunas de las víctimas no son tan inocentes como aparentan en un principio.
Por cierto, Meg Gardiner cuenta con el apadrinamiento de uno de los grandes, el mismo Stephen King, al que le encantan sus libros, y en los agradecimientos la autora le da las gracias al tito por su apoyo constante. Algo a tener en cuenta si dudas en leértelo o no.

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