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lunes, 11 de diciembre de 2017

Entre los muros de Crickley Hall, de James Herbert

James Herbert murió en 2013 y esta fue la última novela que publicó en España antes de morir. En realidad la novela es de 2006 pero no llegó a estos lares hasta 2012. Pero en lengua inglesa publicó otro libro, “Ash”, ese mismo año, y ese es su verdadero último libro (Ash es una especie de investigador paranormal que ya protagonizó otras novelas de Herbert). Después de cuatro años, casi cinco, en mi estantería, creo que ya iba siendo hora de leerlo, así que aquí está.

Hace casi un año, el hijo pequeño de Gabe y Eve Caleigh, Cam, desapareció en el parque en un descuido de su madre. En todo este tiempo no han tenido ninguna noticia sobre él y su cuerpo tampoco ha aparecido, pero a estas alturas aún conservan la esperanza. Al acercarse el aniversario de su desaparición, Gabe decide que toda la familia abandone Londres y se trasladan al pueblo costero de Hollow Bay, instalándose en Crickley Hall, una vieja caserona abandonada y situada en lo alto de un barranco. Crickley Hall ha sido ocupada varias veces a lo largo de los años pero nunca por mucho tiempo, pues según dicen en el pueblo la casa está encantada. En 1943 Crickley Hall se convirtió en casa de acogida para niños huérfanos tras el bombardeo de Londres y durante la gran inundación que tuvo lugar aquel año en Hollow Bay, once niños murieron ahogados en el sótano de la casa. , y de ahí las habladurías de la gente, pero Gabe no les da ninguna credibilidad ya que no cree en esas cosas.
Ya la primera noche se producen extraños ruidos en la casa, pequeños charcos que desaparecen poco después, la puerta del sótano siempre aparece abierta por la mañana aunque Gabe siempre la cierra con llave, puntos de luz que se mueven como si fueran un solo ser… Gabe cree que hay una explicación racional para lo que está sucediendo, mientras que Eve tiene la mente más abierta y cree que Crickley Hall está habitada por fantasmas y que entre sus paredes puede estar la respuesta a la desaparición de su hijo.

Esta me ha parecido una muy buena novela de fantasmas. Me he leído varios libros de James Herbert, unos muy buenos y otros no tantos, algunos de los cuales tenían un ritmo muy lento, incluso diría que soporífero (hola “48”, es por ti). Resulta bastante irónico que este libro, que dobla en páginas a los libros habituales de Herbert, sea lo contrario, tiene un ritmo fluido y es de lectura fácil. De hecho me ha gustado mucho y me parece una de las mejores novelas de fantasmas que he leído en mucho tiempo. Y el villano es terrorífico.
Lo recomiendo.
Por cierto, existe una miniserie del 2012, también muy buena en la que salen algunos rostros conocidos de la pequeña pantalla: Maisie Williams (Arya Stark de “Juego deTronos”), Donald Sumpter (el maestro Luwyn de “Juego de Tronos”) y Tom Ellis (“Lucifer”, aunque por aquel entonces era un desconocido).

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