Buscar este blog

viernes, 19 de agosto de 2016

Cartas cruzadas, de Markus Zusak (¡Ojo Spoilers sobre el final!)

Ed Kennedy tiene 19 años y es un completo fracasado. Se gana la vida conduciendo un taxi, para lo que tuvo que mentir en su edad y vive en un destartalado apartamento con un perro que no le hace ni caso. No se lleva demasiado bien con su madre, que siempre lo está machacando y está enamorado de su mejor amiga, Audrey, que también trabaja de taxista, pero ella lo quiere demasiado como para acostarse con él y Ed tiene que ver cómo sale con tipos que conoce de un día para otro por los que no siente nada. Y las noches se las pasa jugando a las cartas con Audrey y sus amigos Marv y Ritchie. Pero todo cambia un día cuando Ed se ve envuelto en un atraco a un banco. Reduce al atracador y se convierte en un héroe en la prensa y unos días más tarde encuentra en su buzón un sobre anónimo en cuyo interior hay un viejo naipe, el as de diamantes, con tres direcciones escritas en él. Ed visita los tres lugares y deduce que alguien quiere que ayude a las personas que viven en ellos pero deja el tema aparcado, hasta que recibe una llamada de la persona que le envió el naipe conminándole a que deje de perder el tiempo y se ponga a ello o habrá consecuencias. Alguna de las misiones es fácil de realizar, mientras que otras tienen su dificultad, pero Ed logra finalizarlas con éxito y cree que el asunto ya ha terminado pero nada más lejos, ya que poco después recibe el siguiente as de la baraja. Las misiones van aumentando en dificultad con cada nuevo as pero Ed sabe que no le queda más remedio que afrontarlas y ayudar a las personas que le indican las cartas, esperando descubrir al final quién le ha enviado los naipes y por qué lo escogió a él.  


Este libro es muy diferente al de “La ladrona de libros”. Aquel tocaba un tema tan dramático como fue el Holocausto judío mientras que este es más ligero y tiene mucho más humor. El libro me ha recordado un poco a la película “Cadena de favores” por eso de ayudar a los demás, pero el enfoque es completamente diferente. La novela es muy amena y se lee fácilmente. Me ha gustado mucho pero el final me ha parecido algo Deus Ex Machina. Conocemos al responsable de los naipes y sabemos por qué lo ha hecho, pero no sabemos quién es, aunque se insinúa que podría ser el propio autor del libro, Markus Zusak, lo que es un poco raro, surrealista. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario