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jueves, 25 de agosto de 2016

Dragón, de Peter Straub

En el pueblo de Hampstead, Connecticut, se libera por accidente un gas tóxico experimental llamado DRG-16, que causa varias muertes entre la población y que provoca alucinaciones y un comportamiento errático. Además, los expuestos directamente al gas sufren una especie de lepra blanca que va cubriendo sus cuerpos hasta convertirlos en una masa viscosa.
En el pueblo existe una presencia diabólica desde hace siglos que surge cada 30 años aproximadamente, que aprovecha la actual situación para regresar y sembrar el caos y la muerte en Hampstead. Solo cuatro personas se enfrentarán a él y tratarán de detenerlo para siempre, los cuatro descendientes de los fundadores del pueblo: Graham Williams, un viejo escritor que tuvo un encuentro con el Dragón cuando era joven y que parece saberlo todo sobre él; Richard Albee, un joven arquitecto que acaba de trasladarse a Hampstead y que tiene extraños sueños; Patsy McCloud, una mujer maltratada por su marido que tiene el don de la clarividencia y Tabby Smithfield, un adolescente que tiene visiones, que de niño tuvo una visión del Dragón asesinando a una mujer, que sucede ahora en el presente.


Leí este libro por primera vez hace muchos años, diría que 10 pero creo que estoy más cerca de los 15; entre el año pasado y este me he leído cuatro libros de Peter Straub y quise volver a leer el de “Dragón flotante” porque en su día me pareció una de las mejores novelas de terror que había caído en mis manos y así de paso escribía la reseña para el blog. Esta sigue siendo una muy buena novela de terror y es una de sus obras más destacadas. La historia es muy similar a la de “It” de Stephen King, aunque Peter Straub publicó su libro 3 años antes que King (conocida es la historia de que cuando King estaba escribiendo “It” Straub estaba escribiendo el suyo y se intercambiaron los manuscritos para darse sus respectivas opiniones) y el terror y la tensión está bien llevada, pero no sé si es porque el libro es así o si es culpa del ejemplar que leí, uno de los 80 con letra de máquina de escribir, pero el libro tiene un ritmo algo lento y algunos pasajes son muy pesados, la lectura se hace muy cuesta arriba. Y en el tramo final a Straub se le va un poco la pinza, lo mismo que le pasó a King con el suyo. Es una lástima. 

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