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viernes, 4 de agosto de 2017

Heridas abiertas, de Gillian Flynn

Camille Preaker es periodista del Daily Post de Chicago y un día de mayo su jefe, Frank Curry, la convoca a su dspacho y le pregunta por su pueblo natal, Wind Cap. Camille no sabe a qué se debe este súbito interés pero Frank se lo revela rápidamente: el pasado mes de agosto apareció muerta una niña, estrangulada y ahora ha desaparecido otra. Camille ignoraba este hecho ya que hace años que no va a Wind Cap a causqa de sus graves traumas de juventud (cuando era adolescente su hermana pequeña murió de una larga enfermedad) y la mala relación con su madre, y la última vez que habló con ella no le mencionó nada al respecto.
Frank quiere la exclusiva de la historia y quiere que Camille vaya allá y hable con la policía y se entreviste con las familias de las niñas y escriba el artículo, ya que es del lugar. A Camille no le apetece nada tener que regresar a casa, pero sabe que su jefe tenía muchas esperanzas puestas en ella y que lo ha defraudado demasiadas veces, así que acepta a regañadientes el encargo y regresa a su pueblo natal, reencontrándose con su posesiva madre Adora, que nunca le ha mostrado el más mínimo gesto de cariño, y una desconocida hermanastra de 13 años llamada Amma, manipuladora y ruin a más no poder.

Hace cuatro años que tengo la novela “Perdida” en casa, pero aún no la he leído. En la biblioteca tenían esta su primera novela, así que decidí empezar por ella.
Lo cierto es que me ha gustado mucho. Me ha parecido muy curioso encontrarme esta novela negra, policiaca, thriller o como quieres llamarla, enfocada desde el punto de vista de la periodista que investiga el caso. La madre y la hermanastra son de lo peor (no me parece muy normal que una niña de 13 años haga estas cosas), inaguantables y odiosas las dos, aunque la protagonista tampoco es una santa. De entrada parece una persona normal y corriente, pero avanzada un poco la novela descubrimos su insana afición a cortarse palabras por todo el cuerpo, razón que la llevó a ser internada en un hospital por seis meses y su problema con la bebida (vamos, que su desayuno consiste en un buen lingotazo de bourbon). O sea, que aquí están todos un poco tocados. Y en el tramo final se producen unos giros y revelaciones que en modo alguno podías prever, el desenlace te deja muy sorprendido.
En resumen, es un muy buen libro aunque un poco fuerte.

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