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jueves, 16 de noviembre de 2017

El grillo del hogar, de Charles Dickens

“El grillo del hogar” es una novela corta de Charles Dickens, de apenas 150 páginas, que forma parte de lo que se conoce como su ciclo navideño, formado por cinco obras : “Cuento de Navidad”, “Las campanas”, “El grillo del hogar”, “La batalla de la vida” y “El hechizado”. De él me he leído con esta cuatro novelas y es uno de mis autores clásicos favoritos. Sin duda pienso leerme todo lo de Dickens que caiga en mis manos y esta pieza en concreto la conseguí gratis en un mercadillo de segunda mano (esta y la que es su primera novela, “Los papeles póstumos del Club Pickwick”).
La historia gira en torno a un reducido grupo de personas.

John Peerybingle se gana la vida repartiendo paquetes con su carreta y vive con su joven esposa Dot, su hijo recién nacido y la niñera de 14 años, Tilly Slowboy. John llega a casa con un anciano vagabundo al que ha recogido en la calle y al que se ha ofrecido a hospedar por unos días. Poco después hace acto de presencia un amigo del matrimonio, Caleb Plummer, un juguetero pobre que tiene una hija ciega, Bertha, a la que hace creer que es el hombre más feliz del mundo y que su casa es la más bonita, y otro hijo mayor, Eduardo, que se fue a América hace años en busca de fortuna y al que todos dan por muerto. Caleb trabaja para el señor Tackleton, un hombre avaro y mezquino que ha hecho su fortuna fabricando juguetes para los niños, pero pese a ello odia los juguetes que hace y a los niños a los que están destinados. Tackleton también se presenta poco después en el hogar de los Peerybingle para anunciarles que va a casarse con la joven May Fielding, amiga de la infancia de Dot, en cuestión de dos días, algo que a Dot le sienta como un jarro de agua fría pues sabe que su amiga no ama al señor Tackleton y que este solo se casa para tener a una mujer que le cuide y que le mantenga la casa. Tackleton los invita a todos a su boda, a los Peerybingle y a Caleb y a su hija, pero antes organiza una merienda en casa de Caleb. Allí, John descubre a su esposa en actitud cariñosa con el anciano vagabundo, que resulta ser un joven con peluca, y eso le rompe el corazón pues está muy enamorado de ella, pero tras reflexionarlo durante toda la noche decide romper su contrato matrimonial y dejar ir a Dot para que sea feliz.

Esta novelita me ha encantado, son apenas 150 páginas que se leen fácilmente, tiene una prosa simple y sencilla (no como alguno de sus tochos más conocidos, que contienen pasajes algo díficiles y lentos) y la historia también lo es. En ciertos aspectos me ha recordado un poco a “Cuento de Navidad”, con la redención del avaro en las últimas páginas y que todo acaba bien para los protagonistas. Si no has leído nada de Dickens y te intimidan bastante sus clásicos tan tochos, esta historia es ideal para hacerlo.

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